Sunday, October 07, 2007

poca cosa

Los mejores poemas de la humanidad han de haber sido concebidos, no escritos; han de haberle llegado al poeta en una noche de insomnio, en la que no se decidía a levantarse del lecho por lo que creía poca cosa, y en la que confiaba en una memoria inútil y falible. Otros debieron ser objeto de lo más absurdos accidentes, producto del descuido y del olvido.

Lo que nos queda en comparación es lo salvado; aquello que supera a la desidia y a la contigencia: justamente lo que era necesario que fuera, puro esfuerzo y el celo, la valentía y el vigor.